Experiencias de la vida real documentadas en "The Journal of A Mommy Make Over Patient"
El dĂa antes de la cirugĂa
La noche antes de la cirugĂa, comencĂ© a "anidar". Para la mayorĂa de las mamás, conocerán este sentimiento. Empiezas a fijarte en poner todo en orden. ¡Todo! LimpiĂ© la casa, revisĂ© dos y tres veces la tarea, llenĂ© la casa de comida e hice que mi hijo y mi hija practicaran sus instrumentos musicales una y otra vez. Justo cuando estaba a punto de volverme completamente loco por la emociĂłn y el miedo, la voz frĂa y tranquilizadora de Kathleen me llegĂł por telĂ©fono. Era como si supiera que yo era una bola de emociones. Ella me asegurĂł que este era un procedimiento completamente electivo y que necesitaba quitarme la presiĂłn y concentrarme solo en descansar bien por la noche. RepasĂł lo que sucederĂa al dĂa siguiente y me recordĂł que estaba en manos extraordinariamente hábiles y cariñosas. Con esto le leĂ a mis hijos y me fui a la cama.
mi dia de cirugia
Mi querida dulce hermana llegĂł para encargarse de todo en casa para que yo pudiera salir a ponerme hermosa sin preocupaciones. Lo que ella no sabĂa era que estaba a punto de convertirse en mi enfermera. Mi cirugĂa parecĂa sin esfuerzo. El Dr. Spence y Kathleen hicieron que pareciera que el mundo se habĂa detenido para mĂ. El Dr. Ondra, un anestesiĂłlogo certificado por la junta, fue cálido y tranquilizador. El momento del dĂa que más se destacĂł en mi mente fue cuando el Dr. Spence me marcĂł para la cirugĂa. Se parĂł frente a mĂ con un marcador y comenzĂł a dibujar como un artista consumido por dar a luz una belleza que vio en su interior. La habitaciĂłn y todos los que estaban en ella permanecieron perfectamente inmĂłviles durante este proceso. Al finalizar sus dibujos, su enfermera confirmĂł la instrumentaciĂłn que sintiĂł que necesitaba para crear la obra maestra.
El Dr. Spence y Kathleen hicieron que pareciera que el mundo se habĂa detenido para mĂ...
Cuatro horas más tarde me despertĂ© pensando: "ÂżQuiĂ©n me embistiĂł con un camiĂłn, dio marcha atrás y lo hizo todo de nuevo?" No tenĂa dolor, solo sentĂa que no podĂa moverme tan rápido como mi mente. MirĂ© el reloj en la pared y supe que mi hijo tenĂa un partido de fĂştbol al que necesitaba asistir en 2 horas y mi hija tenĂa una fiesta de cumpleaños a la que estaba deseando asistir. Le dije a mi enfermera que tenĂa que levantarme, ella me mirĂł y simplemente sonriĂł. Luego me acariciĂł suavemente el brazo. Esta pequeña acciĂłn sirviĂł para calmarme en un sueño muy necesario.
DespuĂ©s de la cirugĂa
Cuatro horas más tarde me desperté pensando: "¿Quién me embistió con un camión, dio marcha atrás y lo hizo todo de nuevo?" ...
DespuĂ©s de llegar a casa despuĂ©s de la cirugĂa, tratĂ© de subirme a la cama. Creo que esto podrĂa haberse hecho si solo me hubiera hecho una mastopexia; sin embargo, despuĂ©s de realizar una abdominoplastia completa, simplemente estaba fuera de discusiĂłn acostarse. Para aquellas mamás que han tenido la suerte de tener una cesárea, sabrán exactamente a quĂ© me refiero. Solo hasta que esos mĂşsculos en tu barriga se vean afectados, crees que cada acciĂłn que emprendes los requiere. En cambio, elegĂ dormir sentado durante 5 dĂas. En retrospectiva, deseĂ© haber tenido un sillĂłn reclinable de primera lĂnea con un soporte para el control remoto, una bandeja plegable para mis comidas, una revista y una computadora portátil. Ah, y desearĂa tener uno de esos asientos de inodoro acolchados y elevados con barras de mano. Además, para cualquiera que estĂ© pensando en someterse a una cirugĂa, asegĂşrese de tener pantuflas cĂłmodas, galletas saladas y sopa, Gatorade, un cepillo para la espalda con un brazo largo (no estará de humor para estirarse durante bastante tiempo), un aplicador de lociĂłn ( esto tambiĂ©n le ayudará a llegar a su espalda) y un masajista que irá a su casa. No subestimes el poder de un masaje postoperatorio. Se sorprenderá de cuánto se enrollará y tensará todo su cuerpo. ¡Durante su cirugĂa no es momento de escatimar mamás! Recuerda que te lo mereces.